Cómo crear un espacio de trabajo inclusivo

Tanto las empresas como las organizaciones públicas se adaptan cada día a la normativa de accesibilidad para que todas las personas puedan acceder a trabajar. Los obstáculos y barreras siguen siendo numerosos, pero se ha avanzado bastante en materia de accesibilidad. 

Tener un puesto de trabajo es un elemento principal para la inclusión social de todas las personas. En España, el 6,2% de la población en edad laboral tiene alguna discapacidad, pero sólo el 35% de ellos trabajan. Es importante que los empresarios optan por una serie de medidas que hacen más accesible su organización y, así, permiten que todas las personas puedan desarrollarse profesionalmente en su empresa. 

El coronavirus ha provocado un aumento del desempleo en las personas con discapacidad, lo que echaría a perder el avance colectivo logrado desde 1982, coincidiendo con la entrada en vigor de la LISMI, actual Ley General de Discapacidad, que promueve la integración laboral en las empresas de más de 50 trabajadores. 

Una empresa que apuesta por la inclusividad está comprometida con la sociedad y ayuda a disminuir el riesgo de exclusión de las personas con discapacidad.  

Todos los ámbitos de nuestra vida deben de ser inclusivos: personal, empresarial, económico, social… Una empresa que opta por invertir en espacios de trabajo inclusivos retiene el talento de todas las personas que trabajan en la empresa, sea cual sea su situación. Además, facilita el acceso a sus instalaciones de cualquier cliente y personal externo que tenga que visitar la empresa. 

Invertir en accesibilidad y diseño para todos supone un compromiso con la sociedad. La inclusión laboral aumenta el número de cotizantes a la Seguridad Social, lo que permite reducir el gasto público en prestaciones de desempleo y ayudas de servicios sociales porque se reduce el número de personas dependientes de prestaciones públicas. Además, también existen incentivos económicos a aquellas empresas que contratan personas con discapacidad. 

Las empresas que apuestan por medidas de accesibilidad favorecen la inclusión y crean ambientes confortables. Los certificados de calidad de las empresas que implementan políticas inclusivas también suponen un beneficio para la empresa porque ayuda a mejorar la imagen de marca. 

Para empezar, se debe identificar las necesidades reales para que nuestros trabajadores desarrollen su trabajo lo más cómodo posible y para poder atender a los clientes y al personal externo adecuadamente. A la hora de planificar la distribución de los espacios se debe tener en cuenta las siguientes indicaciones: 

• Rampas. Instala rampas en los accesos con una inclinación adecuada. 
• Accesos principales. Accesos despejados y suficientemente anchos. 
• Aseos. Los aseos deben ser amplios e incluir sujeciones en ambos lados del inodoro. Además, debe instalar un lavabo específico adaptado para que sea de fácil manejo, al igual que la puerta. 
• Escaleras. Cada escalón debe estar señalizado correctamente en un color que contraste y que sea antideslizante. 
• Cartelería. Las señales deben ser claras y visibles, y también deben instalarse texto y números en Braille para facilitar la accesibilidad. Las señales en el suelo también ayudan a la orientación. 
• Mostradores de atención al público. Los mostradores tienen que tener 2 alturas, una alta y otra más baja. 
• Alertas de emergencia. Las alarmas de emergencia deben tener señales auditivas y visuales y disponer de un plan de evacuación de emergencia en el que se tengan en cuenta las personas con movilidad reducida. 
• Nuevas tecnologías. Las nuevas tecnologías permiten instalar aplicaciones para las personas con discapacidad, por ejemplo, documentos que permiten su escucha o traductores de lengua de signos. 
• Material impreso. Los folletos y documentos pueden contar con una versión en lectura fácil y ser más visuales. 
• Mobiliario del puesto de trabajo.  Las sillas y las mesas deben seguir un patrón que esté adaptado a cada necesidad.