La diversidad funcional es importante porque nos ayuda a comprender y valorar las diferencias individuales, y a promover una sociedad más justa e inclusiva para todos. En este post te explicamos qué es la diversidad funcional, porqué es importante y los tipos que hay.  

¿QUÉ ES LA DIVERSIDAD FUNCIONAL?

Se define como diversidad funcional al “fenómeno, hecho o característica presenta en la sociedad que, por definición, afectaría a todos sus miembros por igual.”  

La diversidad funcional es una forma más inclusiva de referirse a las personas que presentan alguna discapacidad. Esta terminología busca alejarse del enfoque médico tradicional que tiende a estigmatizar a las personas con discapacidad como «enfermas» o «deficientes», y en cambio, enfatiza la idea de que todas las personas tienen habilidades y limitaciones diferentes, y que estas diferencias deben ser aceptadas y valoradas. 

¿POR QUÉ ES IMPORTANTE LA DIVERSIDAD FUNCIONAL?

Como hemos explicado anteriormente, la diversidad funcional es una perspectiva que reconoce que todas las personas tienen habilidades y limitaciones diferentes, y eso es lo que nos diferencia y nos hace únicos. La diversidad funcional es importante porque: 

  • Promueve una sociedad más inclusiva. 

Aceptar las habilidades y limitaciones de las personas ayuda a reducir la discriminación y la exclusión de las personas con discapacidad, y promover una sociedad más inclusiva y justa para todos. 

  • Fomenta la igualdad de oportunidades. 

Al adoptar la perspectiva de la diversidad funcional, nos alejamos del enfoque médico tradicional que tiende a estigmatizar a las personas con discapacidad como «enfermas» o «deficientes». En cambio, nos enfocamos en las habilidades y fortalezas que cada persona tiene, y buscamos formas de promover la igualdad de oportunidades y el acceso a recursos y servicios para todos. 

  • Elimina las barreras sociales. 

La diversidad funcional nos ayuda a comprender que las barreras sociales, culturales y físicas pueden limitar el acceso de las personas con discapacidad a los recursos y oportunidades, y nos motiva a trabajar juntos para eliminar estas barreras y promover una sociedad más inclusiva. 

¿QUÉ TIPOS DE DIVERSIDAD FUNCIONAL HAY?

Existen cinco tipos de diversidad funcional. Son: 

  • Física o motriz 

La discapacidad física se refiere a la dificultad para realizar movimientos, lo cual puede afectar en la capacidad para desplazarse, en el equilibrio, manipulación de objetos o incluso para poder hablar y respirar. 

Para apoyar a las personas que sufren de este tipo de discapacidad, es importante detectar las barreras que puedan haber en su día a día. Por ejemplo, escaleras, ascensores no adaptados para sillas de ruedas o lugares de difícil acceso pueden ser un gran obstáculo para estas personas. Al eliminar estas barreras, podemos garantizar que las personas con discapacidad física tengan igualdad de oportunidades para acceder a los recursos y servicios necesarios. 

Algunas condiciones en las que se da diversidad motriz son la esclerosis múltiple, lesión medular, mal de Párkinson, espina bífida, parálisis cerebral, distonía muscular y acondroplasia. A pesar de las dificultades que estas condiciones pueden presentar, las personas con discapacidad física son capaces de hacer grandes cosas y pueden contribuir significativamente a la sociedad. 

  • Visual 

La diversidad funcional visual es un término que puede englobar tanto la ceguera como problemas de visión más leves. La ceguera implica que la persona no ve nada en absoluto o, como mucho, puede percibir siluetas de luz. Sin embargo, el necesitar llevar gafas para ver es en cierta manera, aunque pueda sorprender, un tipo de deficiencia que entraría dentro del concepto de diversidad funcional visual. 

Las causas más comunes de este tipo de discapacidades suelen ser cataratas, problemas oculares fácilmente corregibles como la miopía o el estrabismo e inflamaciones en los ojos. Este tipo de problemas suelen aparecer con mayor frecuencia a partir de los 50 años. La diabetes también puede provocar algunos tipos de cegueras. 

Afortunadamente, existen medidas para ayudar a las personas con dificultades visuales. En los casos más leves, se pueden aplicar medidas correctivas, como gafas, luces especiales o textos con letras de tamaño más grande. También se puede recurrir a la cirugía ocular para corregir algunos de estos problemas. El sistema Braille ha sido de gran ayuda para las personas con ceguera total o parcial, dado que les posibilita leer sin necesidad de ver. Así, pueden llevar a cabo tareas tan habituales como el poder leer un libro, elaborar una lista de la compra o tener acceso a periódicos. 

  • Auditiva 

Es la pérdida o limitación del oído para poder escuchar. La pérdida de audición puede ser leve o profunda, bilateral o unilateral, y puede deberse a diversas causas como la exposición a ruidos fuertes, la rubéola materna o la sordera hereditaria. 

El diagnóstico de este tipo de diversidad funcional se realiza a través de una audiometría, que mide la capacidad auditiva de una persona. Si la pérdida de audición se produce antes de aprender el lenguaje, puede ser especialmente perjudicial para su capacidad de adquirirlo de forma oral. 

Sin embargo, gracias a la tecnología y la adaptación del entorno, las personas con discapacidad auditiva pueden llevar a cabo sus tareas diarias de forma satisfactoria. Las prótesis auditivas, los implantes cocleares y el lenguaje de señas son solo algunas de las herramientas que pueden ayudarles a integrarse plenamente en la sociedad y comunicarse de forma efectiva con su entorno. 

  • Intelectual y psíquica 

La diversidad funcional de tipo intelectual engloba a aquellas personas que presentan dificultades cognitivas. La discapacidad intelectual puede conllevar un desarrollo más lento, haciendo que los niños tarden más tiempo en aprender habilidades como hablar, caminar o leer y escribir. Las causas detrás de este tipo de problemas son muy variadas, desde problemas cromosómicos hasta desnutrición o traumatismos craneoencefálicos. 

Algunos ejemplos de condiciones que implican diversidad funcional de tipo intelectual son el Síndrome de Down, Síndrome alcohólico fetal, Síndrome de X frágil y Síndrome de Klinefelter.  

Por otro lado, la diversidad psíquica hace referencia a dificultades en áreas como la comunicación o las interacciones sociales, aunque a diferencia de la diversidad de tipo intelectual, la inteligencia no se ve afectada. Este tipo de diversidad afecta al comportamiento adaptativo, y puede manifestarse en trastornos psicológicos como la esquizofrenia o el trastorno bipolar. 

  • Multisensorial 

La sordoceguera es una de las discapacidades más complejas que una persona puede sufrir, ya que implica la pérdida tanto del sentido auditivo como del visual. Aunque no todas las personas sordociegas carecen por completo de ambos sentidos, la interacción con el mundo exterior puede ser muy difícil. 

La sordoceguera puede ser congénita o adquirida durante los primeros años de desarrollo, lo que supone un gran desafío para las personas que la padecen, ya que la información que reciben del mundo exterior es muy limitada. 

El síndrome de Usher es uno de los más conocidos dentro de este tipo de diversidad funcional. Se caracteriza por la pérdida auditiva congénita y la pérdida gradual de la vista durante la adolescencia. Para las personas sordociegas, es fundamental contar con herramientas y estrategias que les permitan interactuar con su entorno de manera efectiva. 

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